Publicado 11/02/2021

Me dolió mucho no haber llegado a jugar en los Rosales

Temporada 1983/84. De pie: Manuel Iguacel, Moreno, Samper, Arcal, Ferrero, Catalán, Eduardo y Poblador. Agachados: Rojas, Herrero, Casanova, Aranda, Martínez, Mauleón y José Fillola.

Carlos Aranda, mientras era jugador del Club Deportivo Caspe, realizó una prueba para el juvenil del Real Zaragoza, aunque le cogió un poco mayor y de una forma totalmente inesperada

Sí, bueno, sí, se le puede llamar prueba.
Que te digan teniendo diecisiete años ya. Que te digan el último día de Fiestas…
Me acuerdo que vino el presidente del Caspe y allí, en la plaza, "oye, mañana a probar con el Zaragoza". ¡Pero si llevamos todo el verano prácticamente sin entrenar!
Pero claro, era una oportunidad, que decías, ¡ostras!
Subimos Miguel Bielsa y yo.
Jugamos un partido en el Burgo de Ebro con el Zaragoza Juvenil.
Bueno, oye, fue otra experiencia más. Me puse la camiseta del Zaragoza. Que ya es algo, ¿no?


Carlos Aranda Berges tuvo que dejar al Club Deportivo Caspe y la práctica del fútbol por motivos laborales justo el año anterior de que se inaugurara el campo de césped de los Rosales

Eso sí que me dolió. Me dolió mucho porque disfrutaba mucho en el campo como todo el mundo, no solo yo, en los campos de césped.
Por motivos laborales tuve que dejar el fútbol, lo deje en el año 83, y en el 84 se inauguró los Rosales. Eso me fastidió mucho.
Después, cuando a lo mejor podía haber vuelto a jugar o intentarlo por lo menos, ya me dio pereza. Me metía con veintiséis años y me dio pereza volver. Y sí, eso me dolió, no haber podido jugar en los Rosales.


En los años que estuvo Carlos Aranda Berges en el CD.Caspe y los equipos B de la localidad, compartió vestuario y terreno de juego con otros jugadores, de los que con muchos guarda amistad

Lo que más valoro de haber jugado al fútbol es la gente, la amistad con la gente que hicimos en Caspe.
El Arena Sport éramos un grupo de amigos, después jugué algún año con el Compromiso, igual, éramos todos una piña.
Ese aprecio y ese cariño que le coges a la gente se mantiene.
Mira que han pasado años y aún les recuerdas a todos.
Si los ves, si te saludas con ellos, has creado esa amistad gracias al fútbol.
Esa es una cosa que valoro mucho.